dimanche 17 mai 2009

Pasajero deseo

 

Pasajero deseo

 

 

 

No niegues que tu dócil boca al chocarse

con la mía marchita, placer fue, en un lábil ósculo.

No digas que violencia existió al estrellarse

esos diminutos trozos de carne en un deseo minúsculo.

 

 

 

No oses bautizar de profana mi boca inmaculada

que nada tuvo que ver con el delito mayúsculo

de ser posesa por mi lacia y noctívaga alma enamorada.

Se vuelve insoportable el eternal esperar, rudo,

 

 

 

de retornar entera y adamantina a tu jovial nido,

rejuvenecida, fértil y viva, entregándome el infinito.

 

 

 

Mehdi Mesmoudi Padinha

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