jeudi 8 janvier 2009

Mis ochenta años

Mis ochenta años

 

A Paul Groussac

  

¿Qué diferencia existiría en decir

que alguien, a quien mi maestro leía,

tuvo ochenta años

o quatre-vingts ans?

¿Dónde está el Misterio,

el Misterio por ejemplo de Las Mil y Una Noches,

de la sin par purpúrea Tierra de Persia?

¿Dónde está la Poesía,

no la que sin escrúpulos digo que escribo,

¡qué grande pena y vergüenza!?

Hablo de la Poesía de Emerson

que decía que cada vez que una mano sacaba un libro de la estantería

era como si alguien le devolviera al libro su aliento,

ahí estaba la Poesía: ésa es Poesía

mas no la mía,

la mía solo consiste en palabrerías.

¿Qué diferencia hay en decir

(por ejemplo,

supongamos, tampoco es cierto,

aunque a veces eso es lo que parece

y temo

mas es el destino de cualquier mortal)

que tengo ochenta años

o quatre-vingts ans

(repito, no se asusten,

tan solo es una suposición)?

Usted dijo que no era lo mismo

tener ochenta años que quatre-vingts ans,

tener ochenta años era algo espantoso y terrible,

pero tener quatre-vingts ans

era como tener cuatro veces veinte años.

Sin embargo, la cuestión no es ésa,

la cuestión está en

¿qué digo yo, a mis veinte años,

(o, tal vez, esos veinte años

tan solo sean una mera acotación escénica

de alguna pieza dramática,

mi propio Teatro)

si mis veinte años

en realidad

fueran cuatro veces veinte años,

mes quatre-vingts ans?


Mehdi Mesmoudi Padinha

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire