mercredi 10 novembre 2010

Preparando un té.

Hoy por fin, soy Jugador de ajedrez. Este Jugador es la antítesis del pequeño dios de Huidobro.
Hoy he comprendido la cita de Borges que cuenta que estando en el desierto había agarrado un puñado de arena cuando exclamó: "¡Estoy modificando el desierto!".
Pensando un poco en Lacan, si Borges se conformara sólo con contemplar ese paisaje que es el desierto, afirmaría lo mismo aunque con la cita, también, del desierto: "Estoy modificando a Borges".
Resulta chistoso este juego de percepciones. Resulta más chistoso, aún, el procedimiento que empleé para llegar a esta conclusión.
Por la mañana, como es costumbre (y como es mi costumbre), me preparo un té típico marroquí con hierbabuena. Como me dio flojera, no usé la cuchara para el azúcar y tuve que vertirlo poco a poco, según la lógica. No voy a entrar en ese laberinto de si el té recién elaborado y posteriormente el té al que se le agrega azúcar es el mismo o diferente. Esta vez, dejo en paz el río de Heráclito.
Conforme iba probando el té, me pareció falto de azúcar (Los marroquíes, como algunos orientales, prefieren el té tan dulce como la miel). La primera vez que lo probé, necesitaba azúcar y le fui agregando substancias como dos o tres veces.
El sabor iba endulzándose, el sabor iba cambiando, el té iba cambiando de sabor, iba cambiando el té, iba modificando el té.
Discúlpenme, pero ésta no es la cuestión que quería tratar en estos instantes.
El desierto, Borges, el té, el texto éste que escribo varían. La mano que lo mueve es estática e invariable. Por lo tanto, Dios existe y no hay necesidad de un golpe de estado a la vieja usanza oriental como el jaque mate.

dimanche 7 novembre 2010

Mítica aniquilación de un sueño.

Como todas las cosas del mundo
(lo supieron Chuang Tzu, Jafez, Silecius)
voy circulando
como la luna impar,
como el recuerdo de los que me dieron vida,
los que me dan vida cada vez que me sacudo el alma
y la saco a pasear,
como esa luna impar,
como todas las cosas del mundo.


Soy ese reloj de arena
(del que habló y sufrió Borges),
yo heredé este destino y siento
que soy el eco de todos los que hablan en mí
y ninguno habló de mí.


Soy la espera de Penélope
y ansío arena, tierra, almuédano,
todas las cosas de ese mundo
que no tiene este mundo.
Soy lo que queda de Ulises,
un mito.


Como todas las cosas del mundo
(lo supieron Cervantes y Alonso Quijano)
como la luna impar que ya no será luna,
dejaré de ser el eco de Ulises
y tendré en mis temblorosas manos arena, tierra, almuédano,
seré un tal Alonso Quijano,
que soñó con ser don Quijote,
que un día fue, tal vez, don Quijote,
y soñaré que nunca había salido de Tetuán
y entre mis libros habrá uno titulado:
"El lector de Las Mil y una historias de Baja California Sur".

jeudi 21 octobre 2010

Ya no eres un mito.

Hoy hablé de ti.
Entre Parménides, Weber, Platón y Nietzsche
resurgiste como fogata.
No en árabe pero en persa, imaginando un ajedrez,
flotabas envuelto de Harún Rachid y tu huida en una trompa de elefante a la corte de Carlomagno.
Hoy hablé de ti a los demás que ni te conocen,
los demás que no creen en ti ni en tu mito.
Ahora estoy alivianado, muerto y libre porque hablé de ti.
Ahora eres un mito pero irán a comprobarlo,
te buscarán entre las flores y los mitos y renacerás como en la plática de hoy.
Ahora eres espada
en mi discurso.

mardi 19 octobre 2010

Mitificando lo hermético

De repente pienso en Tetuán,
en las mazmorras por donde pasaba el Generalísimo Franco leyendo un periódico,
en las callejuelas taifas como laberintos o ajedrez
(jugando a ser Hermes),
y parece (me parece, y lo defiendo)
que nunca salí de Tetuán, Tánger y sus pétreos horizontes.
Todo se reduce a un mithos cervantino
en el patio de Avellaneda.

mercredi 13 octobre 2010

Retractando el Tractatus.

¿Si yo digo "puerta" y el otro me contrarresta con "porte", sería lo mismo o se convertiría, según Wittgenstein, en "la descentralización semántico-verbal del universo ideológico"? Lo mismo debió de haber pensado Averroes cuando intentaba interpretar-traducir los conceptos aristotélicos de "tragedia" y "comedia"; pero esto lo debió de haberlo pensado Borges. Yo no explico el suceso, tan sólo lo describo-narro.

mercredi 6 octobre 2010

Personajes pitagóricos

Hoy Napoleón regresó a México por donde se fue Quetzalcóatl por lo cual tenemos un problema fundamental: Si lo matamos de nuevo volverá a ser un mártir y yo el año próximo, en esta misma fecha, tomando un té típico marroquí tal vez sin hierbabuena o azahares, plantearé la misma cuestión a los otros y caerán de nuevo en el mismo círculo. En cambio, y aprovechando las campañas de elección de gobernador, si ensayamos en la elección, no nos dolería tanto un cambio de rutina.

samedi 11 septembre 2010

Búsqueda de equilibrio

Un escritor no está comprometido con nada. No escribe por nadie ni para nadie. Escribe cuando quiere y no cuando lo necesita. Lo que hago cada día ayuda a que tenga un compromiso con el entorno que me modifica cada vez que lo miro y lo sufro. Cada día que me levanto, me siento comprometido con el fenómeno de la puntualidad. Un escritor nunca es puntual. Eso no quiere decir que haya sido escritor ni que lo pretenda o reniegue de serlo; sino que simplemente, escribo cuando quiero, no cuando lo necesito, sólo para lucirme. Por lo tanto, soy un anti-Borges, toda una larga e infinita búsqueda del equilibrio que me ayude a volver a ser Jorge Luis Borges.