Hoy hablé de ti.
Entre Parménides, Weber, Platón y Nietzsche
resurgiste como fogata.
No en árabe pero en persa, imaginando un ajedrez,
flotabas envuelto de Harún Rachid y tu huida en una trompa de elefante a la corte de Carlomagno.
Hoy hablé de ti a los demás que ni te conocen,
los demás que no creen en ti ni en tu mito.
Ahora estoy alivianado, muerto y libre porque hablé de ti.
Ahora eres un mito pero irán a comprobarlo,
te buscarán entre las flores y los mitos y renacerás como en la plática de hoy.
Ahora eres espada
en mi discurso.
Inscription à :
Publier les commentaires (Atom)
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire